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Sexo en el Centro ...


Hoy, fui a cambiar al centro unas playeras que me regresaron algunos clientes, pero olvide el local donde había hecho la compra, me sentí perdida entre tanta gente, camine por tres calles y aun no terminaba de ubicar donde fue pero poco más adelante recordé la plaza.

Antes de ingresar e ir caminando me percate de muchos uniformados vigilando, eso me recordó cuanto me gustan los uniformes, se veían tan lindos, todos diferentes con su ropa pulcra y limpia, portando un cabello reluciente bien cortado y sus zapatos perfectamente limpios y lustrados. Ingrese a la Plaza y en la entrada se encontraba vigilando un señor de edad, se veía tan bien con su uniforme en mi interior exclamaba, ¡que padre! Al subir al primer nivel, ahí estaba el, alto, blanco de pelo negro y ojos café avellana, robusto atlético y lucia impecable en uniforme. Al notar que estaba un poco confundía se acercó y me pregunto si me encontraba bien, lo mire y creo noto mis sonrojo, intente aparentar, no ponerle atención, pero seguro noto mi nerviosismo, le tome poca importancia al evento, ya que yo la verdad buscaba el local donde compre y donde quería hacer el cambio de mis playeras, por lo que me dirigí a lo mío.

Ingrese a la primer tienda y cambie el primer pedido, después a la segunda y al estar escogiendo el cambio, sentía que alguien me observaba, era el oficial y pensé, yo creo es porque vengo de minifalda y escotada (minifalda de tableado, bota a la rodilla y blusa de escote bajo) y llamo mucho la atención y se imagina otra cosa.

Me probé una de las blusas, y note como me veía, se notaba un poco ya que el vestidor esta solo con una cortina que no cerraba bien, notaba como trataba de ver entre la poca apertura que dejaba, Con toda la intención, medio abrí para que me observara cambiarme, al verlo, me sonreía de una manera picara pero sin sonrojarse, y algo nervioso, volví a verlo, y sonreía de una manera más amplia, ahora estaba segura, yo le había gustado pero solo compre mi blusa y salí del local.

Mientas estaba en una Isla de relojes Swatch, se acercó y pregunto; Todo bien? ... Yo con mis nervios, lo mire a los ojos y respondí, que sí, que todo se encontraba perfecto, la vendedora le comento, -no hay problema todo está bien-. Pague mi reloj y no tenía cambio la chica, le pidió al oficial que le cuidara la isla por un momento. Mientas se alejaba, saque mi reloj del estuche y me intenten ponerlo, pero, no podía abrocharlo de los nervios. Él se ofreció y le dije si no era un problema, él me respondió que en cinco minutos saldría a comer y que era un hecho que no estaba de servicio. Al observarlo mejor, me percate que no tenía más allá de 25 años, aunque por su corpulento cuerpo y estatura se veía mayor, su mirada tierna lo delataba.

Mientras abrochaba mi reloj, pretendía no poder, mientras acariciaba mi muñeca con sus manos, podía sentir mis venas casi a explotar de la emoción, Ya está!, me dijo, en el momento me pregunto, por qué los lentes? y mencionaba que apenas y veía mis ojos, me pidió quitármelos si podía, estaba tan nerviosa, de la nada sentí como mi pantty se apretaba, sin querer note que en su pantalón igual crecía su entrepierna, estaba el totalmente erecto, se notaba muchísimo, al notar mi mirada con una mano lo acomodo sonrojado y me dijo, disculpa pero eres muy linda y ya que veo tu mirada eres aún más linda, en ese momento me fue inevitable la reacción, sentía que por poco seme salía de mi ropa interior todo. En el momento, estábamos tan compenetrados que nuestras miradas se mesclaron en un segundo, no podía dejar de observarlo, me encantaba su estilo en aquel uniforme, en eso, llego la chica y la magia se rompió en un segundo, como balde de agua fría. La chica dio las gracias al oficial y ahí quedo, pufff, que fiasco, solo dijo, con permiso y se retiró, nooo no te alejes yo gritaba dentro, pero fingí que no existía.

Me fui a planta baja a buscar un llavero de estrella del dragón, pero necesitaba antes ir al sanitario, pregunte y fui a él, esta llenísimo, me resigne y pregunte si no había otro y me mandaron al sótano, al llegar al sanitario, me comentaron que solo era para locatarios, ufff que fiasco, estaba tan incómoda.

De la nada, apareció, lindo y chapeado, me dijo, es por aquí señorita acompáñeme, es la nueva de los pines, mencionaba al intendente. Mientras caminaba, no podía creerlo, mi corazón casi se salía de mi cuerpo, mi Pantty crecía a cada paso y ver sus enormes nalgas redondas marcarse en su pantalón apretado el abrió el baño y me ofreció ingresar, entre y cerro, me quede sin saber que paso, desconcertada me acomode todo y enjuague lo húmedo de mi.

Casi al terminar de lavar mis manos, me sentí mal, por mal interpretar su amabilidad, que mal estoy me repetía mientas sentía como el agua corría entre mis dedos. Al abrir ahí estaba, y me pregunto si todo estaba bien, y acerté con una vergüenza enorme, había acertado, que mente tan sucia tenia. Lo mire y le di las gracias, el solo me sonrió, volteo y le hizo una señal a un compañero, Me tomo violento por la cintura y me beso, susurrando: No tengo mucho tiempo, si también quieres solo afirma con tu cabeza. Asentí a su comentario, sudaba en un segundo, y sentía sus manos sobre mi, sobaba mi entrepierna metiendo ansioso su mano a mi Pantty, De manera violenta saco mi Verga y la inicio a mamar hincado ante mi, ansioso como niño con dulce en boca, volteaba a verme con su mirada de niño tierno, pintando una sonrisa pícara con la boca llena.

Que delicioso, ah!, un cumulo de sentimientos y placer revoloteo en mí, Delicioso, un experto me decía dentro, la saco de la boca y decía: Me encantas Flaquita, estas tan rica, que verga tienes chiquita!!!. Te había visto en otra ocasión y te quería hablar... lo calle metiéndole mi verga bruscamente, cual con una sonrisa me agradeció la acción, y cual puta le jalaba de su cabeza para ingerirla al grado de casi vomitar, que rico sentía que casi se ahogaba, pero, más empujaba el solo su cabeza hacia mi pubis, en un minuto tenia fuera la ropa, mientras yo chupaba su suculento miembro erecto, que ricas nalgas, que rico pecho, que plano abdomen. No me cansaba de acariciar cada parte de su cuerpo, mientras saboreaba en cada mamada su creciente rosada y gruesa verga, sentía sus venas con mi lengua, que rico!, lo deseaba tanto, mientras, tocaba sus duras y carnosas nalgas, no pude evitar voltearlo para admirar lo que mis manos me hacían imaginar, le empine y subido en la tapa del baño, y antes que dijera el, NO!, inicie a lamer su ano sin control, que rico estaba, limpio, delicioso, que rico gemía a cada lengüetazo que le daba, que rico culito tenía el nene, rosadito y con ese par de nalgas redondas, mientras el gemía, me decía, nunca me han hecho esto, que rico!, bese sus nalgas, piernas, medio deseaba su ano, wow, que apretado estaba. Pare al notar que casi explotaba su entrepierna de excitación.

Pare, y subí por su cuerpo besándolo hasta llegar a su boca, besándolo tan rico, mesclando nuestra saliva con el sabor de su culo en mis labios. Brusco me volteo mientras me susurraba: Quiero hacértelo aquí, ya!. WOW, sentía como su lengua ahora me comía cada milímetro de mi ano, sentía como recorría cada parte, el deseo de ser penetrada ya era una constante, se enderezo y sin más me penetro diciendo ya no puedo más.... el dolor era tan fuerte, pero más mi excitación, solo sentía como entraba forzado en mi y mientras le pedía parara, la realidad es que quería mas y mas, no puedo describir lo rico y doloroso que sentía, que rico, que dolor ,que locura estaba viviendo, mas, si mas, quiero mas de esta verga!, si mas y más!, sus enormes huevos soneteaban al chocar con mis piernas, que rico le cuelgan, mientras volteaba a besarlo, solo sentía el como entraba y salia su pene tan duro y erecto. En un segundo, exclamo, me vengo chiquita, me vengo, sentía solo como su pene se expandía dentro de mi mientras llenaba el condón de su rico y delicioso semen, podía sentir sus espasmos dentro, como seguía expandiéndose su rica y venosa verga.

La saco y mientras me besaba subía mi tanga y Pantty (uso ambas para que no se salga nada) mientras me decía: Gracias, me encantas, ten, te dejo mi número, cuando vengas, llámame y lo hacemos así de rico. Salió del baño, y solo me quede viendo estrellitas, Lave mis manos, y enjuague partes de mi, me dispuse a salir y solo sonreía, afuera, algunas personas me veían culpándome, pero, no me importo, tenia mis lentes obscuros puestos. Di un jalón a mi blusa para acomodarla y salí de ahí directo ala calle para irme a mi casa. Al llegar no podía esperar para contarles lo que me había pasado, y hacerlos sentir un poco de lo vivido en esta loca aventura, esperando lo disfruten tanto, como yo lo disfrute.

Gevana Ocadiz.

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