El hombre de Plata
Después de despertar con mi alarma a las 6 de la mañana noté que tenía un mensaje de las 5:30 A.M., regularmente agendó algunas citas desde las 6:00 A.M. Porque algunos quieren verme a las 7 A.M. o porque me buscan para hacer alguna grabación para los clips que manejó en mis redes sociales. La fotografía del perfil en la aplicacion de mensajes, era un hombre con un fondo de glaciares con lentes y una chamarra como de alpinista, el mensaje decía:
Me agradaría mucho poder verte, tengo muchas veces intentando de conocerte y después que he leído excelentes y bastantes reseñas sobre tus servicios, la verdad no puedo quedarme sin vivir esta experiencia contigo, no tengo aún está vivencia, pero me encantaría que la tuviera por primera vez con alguien como tú, has despertado en mí una confianza que no había sentido con alguien más.
Respondí al mensaje con lo que regularmente hago, las tarifas que manejó, además de los lugares en donde podemos tener el encuentro, las condiciones y las reglas que se manejan, ya que finalmente yo soy una chica que brinda un servicio de compañía de calidad y no me gusta la vulgaridad, ni tampoco atender personas que se manejan de este tipo, regularmente cuando alguien llega a mis manos, es porque entiende perfectamente la situación y quiere tener una vivencia más allá de la vulgaridad.
Pasaron las horas y no recibí respuesta, la verdad es que yo me puse y me dispuse a hacer lo que son mis actividades de la mañana, como recibir otros mensajes, contestar llamadas, revisar mis redes sociales y postear los anuncios regulares, además de checar algunas otras cosas como las publicaciones que me hacen o las solicitudes de cotización para anuncios luminosos o para las sesiones de fotografía entre otras actividades que también manejo, ya que también soy publirrelacionista y también organizó eventos eróticos para chicas Trans y para parejas cómo encuentros de ganaban y orgías.
Alrededor de las 10 de la mañana obtuve respuesta, él se presentó con el nombre de Luis, me decía que si podía verlo alrededor de la 1:30 P.M. que se instalaría en un hotel muy conocido y de tradición que está en la avenida Álvaro Obregón en la Colonia Roma en la Ciudad de México, el lugar a mí me queda a unos 45 minutos por el tráfico, sino llegaría en unos 15, me hizo el anticipo correspondiente para que yo pudiera llegar a tiempo, ya que por sus actividades contaba con poca libertad para el encuentro, alrededor de 2 horas y media, pedí mi transporte cuando llegó la hora acordada y me dirigí hacia el hotel, llegando a este, toqué la puerta con los nervios que regularmente sientes cuando vas a tener a alguien nuevo, porque no sabes que esperar, aunque regularmente el tipo de hombre que me frecuenta es todo un caballero, nunca sabes si en una de esas te va a tocar la mala experiencia de la cual muchas hablan, que afortunadamente no me ha tocado.
cuando abrió era un hombre de cuerpo robusto con ropa formal, era un señor ya entrado en sus 60 años, con el cabello totalmente lleno de canas plateadas, dignas de un galán de película de Hollywood, pero tenía la cara tan perfecta, que tú no lo podrías creer, (él me lo confesó su edad en la charla, ya que se había hecho un retoque en la cara que le había dejado una cicatriz, la cual yo había notado cuando llegué) me sonrió y me dijo; Te he estado esperando por tantos meses, que no puedo creer que estés aquí.
Sonreí y solté una carcajada de nervios y me pasé a su habitación, una linda habitación aunque con un toque un poco viejo, totalmente limpia y agradable, sonreír y lo que hizo fue dirigirse hacia el tocador, de una manera muy seria tomó algo (yo pensé, creo que ya pasó algo que no le agradó O tal vez las fotografías que tengo no lo convencieron con el Cómo me veo en persona) se volteó extendió su mano y me dijo; Ten, gustas un poco de agua? Solamente sonreí y le dije que no me apetecía en ese momento, después me sonrió y me dijo; Me di una ducha antes de que llegarás porque quiero que estés totalmente agusto, eh notado y me ha gustado que cuidas mucho esos detalles y la verdad, esta excelente porque incluso he leído, que en tu lugar permites que uno se duche antes del acto, Me parece perfecto porque yo soy un hombre casado y aunque puedes ver y notarás que soy un hombre de negocios también no me agrada mezclarme con gente de bajo nivel.
Solamente me reí y le dije, yo no creo que ninguna persona sea de bajo nivel, simple y sencillamente, hay personas que les gusta tener cuidado e higiene y hay otras a las que se les pasan estos detalles, pero para eso una debe de ser profesional y enseñarles algunos trucos nuevos o más bien recordarles algunos hábitos de higiene. Se acercó a mí y me dijo eres tan linda y tan tierna y me empezó a besar, sus labios eran suaves, podía sentir el paso de la edad pero sin sentirte con el abuelito o con el viejito morboso que regularmente todas imaginan, Este era un hombre atlético, porque cuando toque sus hombros, estaba totalmente duro (ese cuerpo que sabías que hacía y que hizo mucho ejercicio), cuando desabotone su camisa podía notar su torso definido, su pecho estaba marcado un poco abultado y obviamente sin tanta masa muscular, pero dejando ver que se encontraba total y absolutamente más allá del físico común que alguien de su edad tendría, se quitó la camisa su espalda era enorme, estaba totalmente marcado por el ejercicio, sus brazos tenían a la par un tamaño excepcional con lo abultado de su pecho, un abdomen sin tener cuadritos pero plano, unas piernas definidas y grandes propias de alguien que va de toda su vida hacer ejercicio o al gimnasio, él no era más alto que yo, realmente no pasaba del 173 mido 169 pero con los tacones quedo mucho más alta, él me sonríe y me besaba con esos ojos color marrón claro que adornaban las pestañas cortas pero totalmente negras con una ceja delineada, haciendo la vista en cada beso que le daba de un hombre sofisticado, este hombre definitivamente tenía mucha clase pero de todas maneras le iba a dar la cogida de su vida (pensaba yo). Me llevó hacia la cama mientras me va desnudando y de manera increíble, con un solo movimiento me quitó el corset que traía puesto, me quitó los tacones, después me dijo te voy a quitar las medias más adelante, quiero sentir tus piernas con mis dedos con ellas puestas, me besaba de manera más candente, el sabor de sus besos era chicle de menta, la cual no dejaba de pasear en mi boca y exclamando que era totalmente su fantasía estar conmigo, que había visto algunas otras opciones, pero, que no le habían agradado por un poco la manera en cómo se llevaban, que le gustaba mi expresión, que le gustaba mi sonrisa, que le gustaban mis pechos, mis nalgas y le gustaba pasar su mano sobre mí, no dejaba de alagarme de una manera tan caballerosa que te hace sentir que no estabas dando un servicio, sino que te la estabas pasando rico con alguien a la par, ya que me resultaba atractivo y no tanto por el físico, sino por ese trato cálido que suelen tener esos buenos compañeros de travesuras sexuales. Su pene ya se encontraba rígido, lo toque con la mano, se me estaba haciendo agua la boca, pero traté de no ser tan evidente de ello, él pasó su mano a mi entrepierna con la tanga puesta, ya que ésta no me la había quitado, sentía como mi erección crecía poco a poco con cada uno de sus toqueteos, él pasaba su mano sobre mi glande de una manera muy suave por encima de la tanga acariciaba mis testículos después pasaba sus manos hacia mi escroto y hacia mis nalgas me apretujaba de una manera que parecía un masaje más que estrujarme, yo seguía acariciando su hermosa Blanca gorda (no gigante pero sí de un buen tamaño) verga, después de estarnos besando y jugueteando, fui bajando poco a poco su pecho, apretujándolo, besándolo, deslizándome hacia su abdomen para llegar a su pubis, subiendo poco a poco por el tronco de su verga para empezar a chuparla empezando por el glande, la tenía totalmente erecta, parecería que iba a explotar, tenía una erección tan rica qué puede sentir en mi boca como seguía creciendo, chupaba totalmente y profundo, cada vez que lo hacía el exclamaba un gemido con su boca que me invitaba a seguir adelante, mi boca, no dejaba de salivar de lo excitante que estaba mamando su dura y gorda verga mientras lo veía a la cara y él tomaba mi pelo para recogerlo y no perderse de la excitante escena ,yo, mamando totalmente para después con mi lengua sacarla acariciar sus testículos haciéndolo gemir aún más fuerte, que maravilloso, que rica sensación, y me dijo; Ahora entiendo porque muchos te buscan, tienes una boquita deliciosa.
exclamaba mientras yo seguía mamándosela y acariciando todo su cuerpo, con una de sus manos, sutilmente me jalaba hacia él para que quedaran mis piernas invertidas en un 69, ya sabía lo que quería, así que lo puse de lado y cuando menos me di cuenta empezó a mamármela, lo hacía sin mucha experiencia y me mordía, yo le empecé a dar indicaciones para hacerlo de una manera correcta y lo empezó a disfrutar, sentí como sus labios empezaban a pararme y ponerme dura mi verga, seguimos a si un buen rato, después me puse encima de él y seguimos para chuparle su verga hasta mi garganta y poder masajearlo con algunos apretones, pego unos gemidos muy fuertes, me quitó y me dijo; No porque me vas a hacer venir muy pronto y no quiero que se acabe esto tan rápido.
La verdad es que rápido era simplemente un decir, porque ya teníamos más de media hora dándonos sexo oral, le dije;
Ya sé que te voy a hacer ¡
Empecé a mamársela otra vez abriéndole las piernas para que me viera cómo se la chupaba pero ahora de una manera suave bajando por sus inglés, chupando sus testículos, bajé hasta que por fin llegué a su ano, empecé a chuparlo y él solamente exclamaba; “que rico” No puedo creer que se sienta esto, nunca lo había hecho por favor, No pares ¡sigue por favor ¡
El estaba total y absolutamente limpio, podía seguir aventurándome ,inclusive a meter mi lengua sintiendo lo cálido que estaba, estaba totalmente apretado, no estaba dilatado, él estaba muy caliente pero se notaba que estaba absolutamente virgen, Inmaculado, seguí así un buen rato y le pedí que se pusiera en 4, tenía unas nalgas perfectas, redondas, levantadas como si fueran dos bolitas de helado, al ponerlo en cuatro con las piernas abiertas y bien empinado podías ver su colita Rosita, rosadita, invitándome a seguir comiéndola, poco a poco sentía cómo se dilataba, poco a poco me dejaba entrar más allá de lo que ya había llegado y solamente exclamaba gemidos placer, empecé a besar su espalda, bese el cuello y bajando hasta sus nalgas masajeándolas y estrujándolas, el me dijo; apretuja sin miedo, sin temor, me agrada, me agrada todo lo que estás haciendo.
Le di la vuelta y seguí mamando su deliciosa verga erecta hasta que le pregunté, hasta donde quieres experimentar?, Él me dijo; quiero hacer de todo ¡sé que eres una experta con novatos.
Puedo experimentar contigo tanto como activa como sólo pasiva o las dos, así que tú decides, lo vi tan decidido y tan caliente que le dije; te voy a hacer una estimulación, y después de aplicarle algunos trucos para que se dilate y no le duela con algunas pomadas y ungüentos que usó, lo empecé a lubricar muy bien con un gel, introduje un pequeño juguete para darle placer y él empezó a excitarse demasiado ,solo gemía muy profundo muy rico, a mí la erección no se me había ido, mis pezones los tenía totalmente duros y parados porque me excitaba ver cómo se retorcía de placer, no estaba actuando como algunos suelen hacerlo, simplemente se dejó llevar por el momento, después de tenerlo tan excitado tomé un preservativo y me lo puse, lubrique muy bien y empecé a penetrarlo, él me exclamó que sentía un poco de dolor así que fui más despacio y poco a poco me fui introduciendo en su ano el cual ya estaba dilatado y preparado por los ungüentos que le había puesto antes, me decía, siento muy rico, en serio, ya la tengo adentro? llevando una de sus manos hacia la entrada de su ano y corroborando que sí ya la tenía todo adentro no lo podía creer, él estaba sorprendido, le dije déjate llevar y siente, empecé a penetrarlo poco a poco sintiendo como me apretujaba, su cara de placer era muy excitante y poco a poco fue incrementando la intensidad de la penetración hasta que el sonido de mis muslos con sus nalgas era fuerte, candente, lo tomaba de los hombros para dejársela ir más adentro cada vez y más profunda, la iba sacando y metiendo, después lo hice de una manera intensa, después lo hice de una manera lenta y después ametrallando la entrada con mi glande haciéndolo gemir muy fuerte, en una de esas sentí como apretó más fuerte y me decía; si sigues así creo que me vas a hacer venir.
Baje la intensidad, no quería que se viniera, quería que disfrutar al máximo del momento y que se fuera con una experiencia inolvidable, no que sólo fueron sexo rápido sin chiste ,seguimos así un buen rato después le dije, ven te voy a poner en la orilla de la cama así que empínate de perrito, era excitante la vista, sus nalgas eran totalmente redondas, parecían un enorme corazón abombado como si fuera un globo metálico que venden de cumpleaños, pero con él ano expuesto, totalmente dilatado, era exquisito ver cómo estaba totalmente húmedo y totalmente limpio, porque él estaba consciente de lo que haríamos, me dijo que anteriormente yo había explicado que comiera mucha avena, así que, no había ningún problema porque se había aseado perfectamente antes por si sucedía algo más, le estaba dando duro, fuerte, lo tomaba de su cintura que se hacía estrecha por la posición en la que lo tenía, lo jalaba hacia, mí me decía que no para que siguiera, puse sus pies entre mis piernas para que no se cansara, ahora lo había jalado hacia mí, el apoyándose en sus puños levantando su torso, yo me tomaba de sus piernas y seguir dándole muy fuerte, podía sentir que estaba totalmente caliente, su erección no se había ido aunque había bajado de intensidad, lo tocaba sin masturbarlo, solamente acariciando sus testículos y su verga, después masturbarlo suavemente de vez en vez, acariciando su pecho y besando su espalda, mordiendo sus orejas, besándole su cuello, besando sus hombros tan perfectos con esas pecas que eran características de su edad que lo hacían totalmente sexy, era una escena muy candente, después lo subí más a la cama para ponerlo de lado, él se veía agotado pero con la condición que se cargaba me pidió que siguiera adelante, seguí en la posición que lo tenía y obviamente estaba masajeando totalmente lo que era su próstata y aunque no tengo un gran pene, era suficiente para que sintiera la intensidad de cada estocada, de cada entrada y salida de mi verga por su culo, estaba riquísimo, apretadito, pero dilatado, en eso empezó a exclamar unos gemidos muy fuertes había podido lograr que estuviera sensible y totalmente sintiendo placer, me sentía feliz, me encanta hacer sentir placer a las personas, el me dijo; tengo ganas de venirme ya¡.
Yo le respondí que todavía no era el momento, que me esperara, me salí de él, me quita el preservativo, y le puse uno tan delgadito que pareciera que no tenía nada, lo lubrique, me lubrique el ano y me subí sobre él, lento poco a poco empecé a masajearlo empecé apretar, podía sentir su glande y podía sentir como cada que entraba y salía y lo apretaba un poco más, él seguía retorciéndose de placer y me decía que no iba a aguantar demasiado, ya que estaba muy caliente y la verdad ya tenía ganas de venirse, seguir sobre el apoyándome en su pecho, el tomándome de las nalgas y empezó a darme fuerte, muy fuerte tal y como me gusta, el soneteo de sus muslos golpeando con mis nalgas era muy excitante, podía ver en el espejo del tocador la escena tan caliente y lo rico que me estaba entrando y saliendo, con todas las ganas de haberlo grabado, pero obviamente no se me había ocurrido, aunque tal vez se hubiera negado, pero la escena era muy cachonda, mis nalgas estaban totalmente paradas se veían redondas y mi culo expuesto estocado una y otra vez riquísimo, subían y bajaban sus testículos de lo rápido que me entraba y salía su verga, estaba viendo y él diciéndome lo rico que se sentía meterla por un culo, que nunca se había imaginado que fuera delicioso, que era una de las fantasías y de los deseos que había tenido reprimido por muchos años, yo también estaba totalmente excitada, sentía que me venía, no podía creer lo rico que este hombre entrado en su 60 años me estaba haciendo sentir, me puse en una posición boca arriba como si fuera una araña apoyando mis brazos a la altura de sus pies y abriéndome a él para que pudiera masturbarme subiendo y bajando por su pene, masajeándolo, en eso me exclamó que se iba a venir y sentí como poco a poco se hinchaba su pene, como poco a poco crecía el diámetro de su glande, sintiendo la descarga de toda su leche adentro de mí, y aunque estaba con el condón que había utilizado y era muy delgado, podía sentir la calidez de su líquido llenando el condón totalmente, reposamos un momento y él no quitaba esa sonrisa de felicidad que te queda cuando estás satisfecho, me decía lo rico que estaba y lo rico que la había pasado, se le había pasado y se nos había pasado el tiempo volando, después platicamos un poquito de su vida y de las cosas cotidianas que suceden y de nuestro encuentro y al habernos conocido. Al ver la hora, se levantó súbitamente para meterse a la lucha, yo también me dio una ducha, él se estaba vistiendo mientras yo me secaba, ya totalmente seco y vestido, él sacó de la carretera el dinero el cual yo no me preocupe en cortar, pues la verdad se notaba que era la cantidad exacta de lo que habíamos quedado, cuando me lo dio me dijo, cuéntalo, lo cheque y yo le dije esto es más del doble de lo que podría ser, simplemente me sonrió y me dijo; me has dado una de las mejores experiencias de mi vida y pasamos más de 2 horas y media juntos, así que creo que es justo esto y hasta te estoy quedando a deber, me dio las gracias, me besó y prometimos vernos en una próxima ocasión para seguir disfrutando juntos, con una sonrisa en los labios y con la mirada fija en sus ojos me despedí de él, no sin apretujarnos con ese abrazo de amantes y cómplices de una travesura muy rica, besándome exclamó; la próxima quiero que te vengas, ahorita ya no tengo tiempo, pero créeme que lo vamos a vivir y lo vamos a pasar de nuevo muy rico. Así que voy a estar esperando y contando los días para que de nuevo ver a mi hombre de plata o con alguien más, algo tan delicioso para que les pueda seguir platicando de mis aventuras. Hasta la próxima ¡